Un grupo de ex trabajadores del Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural, tal cual lo adelantáramos en la edición anterior apoyan las reivindicaciones y repudian los hechos expuestos a través del gremio por los actuales funcionarios que ven violentados sus derechos. Aseguran que el aumento de la burocracia, de funcionarios e imposición de reestructura entre otros aspectos, no han mejorado la gestión del movimiento.
En nota que fue entregada a Crónicas, los Arq. Enrique Alonso, A.S. Ana Arzuaga, Arq. Antonio Asuaga, Ing. Agr. Mike Brennan, Ing. Agr. Juan Joaquín Damboriarena, Arq. Jorge Franco, Arq. Juan José Galdona, A.S Luisa Lessa, Cristina Martínez, Arq. Ricardo Nopitsch, A.S. María del Rosario Luz O´Brien, Arq. Hugo Pereda, Ing. Agr. Álvaro Rossi, A.S. Magela Vicentino señalan que ellos “hoy jubilados por nuestra propia voluntad o no, de esa Institución, ponemos en consideración los fundamentos y valores que han forjado y consolidado a la misma desde su fundación.
El ejercicio de nuestras funciones ha estado basado en el respeto por los destinatarios de nuestra actividad, la inclusión de los mismos al proceso de construcción del hábitat con el doble objetivo indisoluble de la construcción de la vivienda, la construcción social tanto individual como colectiva, por el ejercicio pleno de la interdisciplina integrada a las Comunidades Locales otorgando a ellas participación real y propositiva, tanto como corresponsabilidad del manejo de factores que hacen al manejo de gastos de Programa, concepto indispensable tanto desde la inclusión y construcción de ciudadanía como desde la transparencia en la gestión.
Se han dejado de lado criterios que hacían a los fundamentos Institucionales. Hoy es notoria la multiplicación de la cantidad de funcionarios, la imposición de estructuras paralelas, la ausencia de diálogo, resoluciones arbitrarias con los funcionarios y tantas otras”.
Agregan asimismo que “lo concreto es que el aumento de la burocracia y de la cantidad de funcionarios, la imposición de reestructuras, la vulneración de las carreras funcionales, los despidos selectivos a quienes cumplan 60 años de edad bajo la apariencia de retiros incentivados y la falta de transparencia en los procedimientos utilizados no han contribuido a mejorar la gestión, sino todo lo contrario. Es claro que los criterios actuales de gestión han tenido como único resultado la instauración de un clima de deterioro en la institución que afecta seriamente los valores que han contribuido al quehacer exitoso de la institución”, culminan expresando los profesionales.